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Si sueles beber agua embotellada y eres de paladar fino,  probablemente te has preguntado por qué tiene sabor, hasta el punto de poder diferenciarse de otras aguas. Porque el agua embotellada también tiene nota de cata. ¿Lo sabías? Esto es consecuencia de la dureza del agua y su composición de sales minerales, que puede variar.

Concretamente, el contenido en calcio y magnesio del agua embotellada, son los que más influyen en su dureza, y por ende, en el sabor, aunque no en la calidad del agua. En otras palabras: cuanto más dura sea un agua, más se nota su sabor, determinado las sales minerales que contiene. Además, el agua también estimula las células gustativas, por lo que no es extraño tener preferencias  por algunas aguas embotelladas, ya que los sabores pueden diferenciarse entre sí. 

En el caso del agua mineral natural de Sant Hilari, se  trata de un agua de paladar fino, sin regustos apreciables, ya  que al ser tan pura y de baja mineralización, su cata es más suave y sutil. Sin embargo, sus propiedades nutricionales siguen siendo excepcionales, estando considerada como un agua mineral natural minero medicinal.

 

La composición variable de las aguas embotelladas

Como decíamos, el sabor de un agua embotellada depende de su  dureza o contenido en minerales.  En el caso de las aguas a las que se les agrega cloro para que sean potables, también influirá en el sabor, pero esto no ocurre en el caso de las aguas embotelladas, ya que no pueden someterse a este tipo de tratamientos. Sin embargo, esto no significa que supongan un riesgo para la salud, sino todo lo contrario. 

El agua mineral natural Sant Hilari está sometida a un análisis bacteriológico de acuerdo con la legislación española y europea, que garantiza la ausencia de contaminación bacteriológica. Y todo el proceso en la planta envasadora, se basa en análisis diarios microbiológicos, químicos y organolépticos, lo cual garantiza las propiedades saludables del agua mineral natural Sant Hilari, además del sabor sutil y delicado que la caracteriza.

También hay otro factor que puede influir en apreciar el sabor del agua embotellada, y es si se bebe acompañando a un plato ligero o a otro que sea contundente. Curiosamente, y hablando de alteraciones en la percepción de los sabores, hay alimentos que también  pueden provocarlos,  como la alcachofa. Esta hortaliza  contiene una sustancia inhibidora de las papilas gustativas dulces de la lengua, lo cual hace que notemos un sabor “diferente”, pero que no es “real”. Para eliminar este efecto, solamente hay que beber agua y la sensación desaparecerá. 

 

 

La importancia del envasado

La importancia de un envase que ofrezca todas las garantías para proteger la calidad del agua,  es fundamental. Hoy en día el envasado se realiza teniendo en cuenta la sostenibilidad, con el compromiso de proteger el medio ambiente. Para alcanzar estos objetivos, los envases de agua mineral natural de Sant Hilari son 100% reciclables. También ofrecemos envase de vidrio retornable de 7,8 litros.

Todos nuestros procesos de envasado o embotellado se realizan con la máxima asepsia y control, garantizando la pureza del agua. Una vez en la fuente, el agua pasa de la botella a los dispensadores a través de un circuito herméticamente sellado. Por si fuera poco, el manantial dispone de un sistema interno encargado de asegurar que el aire que entra en la botella al salir el agua sea totalmente puro.

De lo que se trata es que el consumidor disfrute en plenitud del agua mineral natural, envasada tal y como se encuentra en la naturaleza,  sin  tratamiento químico alguno porque es pura desde su origen.  Algo que se nota tanto en la salud, como en el sabor.